En una rueda compuesta apenas por mujeres, el Instituto Humanitas360 abordó el tema del encarcelamiento femenino dentro del seminario promovido por el periódico Folha de São Paulo.
En el día 15 del mes de noviembre, el Instituto Humanitas360 lanzó el documental Tejiendo la Libertad. La película cuenta historias de lucha y de superación de las integrantes de la COOSTAFE (Cooperativa Social de Trabajo Arte Femenina Emprendedora), primera cooperativa de mujeres presas de Brasil, formada en el año 2014, en el Centro de Re educación Femenino de Ananindeua (CRF), en Belém (PA) y de la Cooperativa Lili, implementada por el H360 en la Penitenciaria Femenina II de Tremembé (SP).
Para marcar el lanzamiento de la película, el H360 promovió en conjunto con el periódico Folha de São Paulo, el seminario virtual Encarcelamiento Femenino. El debate fue mediado por la reportera especial de Folha Fernanda Mena y contó con la presencia de la directora y guionista de la película Luíza Matravolgyi, la directora de IDDD Marina Dias (quien también hace una declaración en la película), la presidenta del Instituto Humanitas360 Patrícia Villela Marino y la cantante, actriz y activista por el derecho a la vivienda Preta Ferreira.
La conversación trató de la realidad del encarcelamiento femenino, de las causa y consecuencias tanto para estas mujeres, su familia y a su vez para la sociedad brasilera. En su declaración, Marina Dias mencionó la importancia de reunir mujeres comprometidas con la transformación de la realidad carcelaria y de la ruptura del ciclo de violencia, el cual se perpetúa y resulta en el encarcelamiento en masa. «El encarcelamiento de las mujeres es la última etapa de la sofisticación de la violencia de género. Esto se observa a través del poder Judiciario, con decisiones moralistas, por la violencia policial cuando son presas y por el abandono de la familia en el momento de cumplimiento de la pena», dice.
Luíza manifestó que, cerrar el documental fue un desafío personal, especialmente por lograr entender que son historias que no terminan con la película: «la historia de las cooperativas continúa existiendo, el Humanitas360 continúa trabajando en la construcción de las cooperativas como la de Maranhão. Fue una decisión de cierre, para que nosotros pudiésemos hacer esta historia rodar y comunicar para las personas». La directora observó la película como una herramienta del activismo que fomenta el debate, en la búsqueda de soluciones posibles para esta situación.
Para Patrícia Villela Marino, esta película representa un esfuerzo del H360 en visibilizar la injusticia social y el inequidad racial que vivimos en Brasil y de la constitución de vínculos. Según Patrícia, «Hay una necesidad de vínculos para poder ser una sociedad humana, reconciliadora. Es de esto, que se trata este documental: la constitución de vínculos entre nosotros, las mujeres presas y los agentes penitenciarias».
Preta Ferreira, quien estuvo 108 días bajo prisión provisoria, recordó del aumento del 500% en el número de mujeres presas en los últimos 10 años y también de la falta de políticas públicas dirigidas hacia las poblaciones más vulnerables. «Necesitamos preguntarnos, ¿por qué estas mujeres están siendo presas y cuál es la cuota de culpa de la sociedad? ¿Cómo reinsertar en la sociedad, quien nunca fue inserido? Nosotros necesitamos hablar sobre necro política en un lenguaje simple y accesible», dice Preta. Existe en la película, una escena en la cual una de las mujeres presas es liberada. La escena causó un fuerte impacto entre las participantes del debate. «Yo vi aquella escena unas diez veces. Ustedes no tienen la noción de como es recibir aquella libertad, ver aquellas mujeres presas celebrando la salida de una compañera, mismo cuando saben que ellas van a continuar allí», dice.
La relación de la Ley de Drogas y el amplio encarcelamiento de mujeres bajo la ocurrencia del porte de drogas – muchas de ellas inclusive, son detenidas con pequeñas cantidades – fue levantado en el debate. En la última década, el número de mujeres detenidas aumentó más del 500%. Más del 75% de las mujeres presas cometieron crímenes sin violencia, el 64% responden por el crimen de tráfico de drogas, el 63,5% de las mujeres presas en el país son negras, casi la mitad de ellas tienen menos de 29 años y el 74% de ellas son madres – buena parte son madres de más de un hijo o hija.