Cooperativa de reclusos de la Cárcel para Hombres 2 en Tremembé recibe sistema de riego para productos orgánicos
La cooperativa de reclusos creada por el Instituto Humanitas360 en la Cárcel para Hombres 2 en Tremembé, San Pablo, recibió un sistema de riego mecanizado. La instalación del equipo finaliza la primera fase de implementación de la empresa que busca producir alimentos orgánicos y certificados, así como promover la educación ambiental y la seguridad alimentaria.
Los 1200 metros cuadrados de huerta -que ya servían en la prisión para alimentar a los reclusos- crecieron en calidad y productividad. El resultado ya se puede observar en la variedad de productis que se ven en la cocina de la prisión. El nuevo menú satisface a los reclusos, quienes destacan la mejora en la calidad de la comida.
Otra novedades de la prisión de hombres incluye la implementación de un área nueva de 7500 metros para cultivos. En la reciente área, se cultivan plantas como la Physalis, Rhus typhina, jengibre, ajíes, arándanos, albahaca, y melisa. El objetivo es crear una línea de productos orgánicos certificados, y productos deshidratados y en conserva, para que la cooperativa alcance otros mercados, maximice los ingresos de los miembros de la cooperativa y se convierta en un negocio sustentable.
Luego de analizar el suelo y las fuentes de agua, los consultores contratados por H360, Mauro Spalding y João Padula, guiaron a los reclusos que forman parte de la cooperativa para que instalaran más de 600 metros de pequeñas cañerías de riego y 8000 metros de cañerías de goteo. El sistema completo de irrigación será automático, y estará controlado por un solo programa, lo que permitirá el uso racional del agua potable, y así evitar el desperdicio y el desequilibrio ambiental.
Siguiendo con los principios de agricultura sustentable, la siembra se realizará con una técnica que mezclará plantas comestibles que se benefician mutuamente, así las plantas crecerán más fuertes y servirán de pesticidas naturales entre ellas. Los miembros de la cooperativa también aprenderán a usar la paja, una cubierta hecha de material orgánico (en este caso restos de césped de los alrededores de la prisión cuyo destino era convertirse en desecho) que ayuda a proteger el suelo, conservar la humedad y la temperatura. Luego de un tiempo, la paja se descompone en el suelo, enriqueciéndolo con sus nutrientes.