De crisis humanas a crisis humanitarias: como prevenirlas y enfrentarlas
En América Latina, la encuesta Latino barómetro refleja un claro deterioro en el respaldo ciudadano a la democracia. Es una crisis en las relaciones humanas que están en la base de la sociedad, entre individuos, ciudadanos, políticos e instituciones. El único camino viable/posible, la única respuesta verdadera a una ciudadanía exigente, es la propia democracia construida de manera activa. Por un lado –el del gobierno-, la respuesta debe de ser con más apertura, más transparencia y mejor rendición de cuentas. Por otro – el de los ciudadanos -, sería tener una participación mas activa, informada y consciente.
Sin guerras, América Latina culpa a la violencia, la corrupción y la desigualdad como los fenómenos más potentes que atentan contra la democracia. Entre los millennials mencionados en un informe del Forum Económico Mundial, la corrupción está al tope de las preocupaciones de los jóvenes.
El ambiente ciudadano dinámico en América Latina (aún debe ser mas activo)
Hay cambios significativos en la forma y el contenido de los espacios públicos y el modo como las personas los perciben. Es la democracia, su lugar, pero también el de la libertad, el orden, el crédito y la credibilidad que se le otorga a las instituciones y a quienes las encarnan, las que se están consolidando simultáneamente y con desfases. Las demandas ciudadanas son claramente de inclusión de igualdad de trato, acceso y desmantelamiento de las desigualdades. Esos son los bienes políticos que le faltan a las democracias para salir del estancamiento en el que se encuentran.
Respuestas Concretas (nuevas tecnologías, información, emprendimiento cívico social)
Las redes sociales están permitiendo una mayor participación ciudadana, haciendo de cada persona, un potencial agente de cambio. En este contexto, los gobiernos debemos esforzarnos más para comunicamos mejor con la sociedad a la que servimos. Lo que estamos planteando como Instituto Humanitas360 en América Latina y como Instituto PDR en Brasil es fomentar el diálogo y las actividades que ponen un sentido humano en el centro de trabaja de todos. Invertimos en emprendedores cívico-sociales, es decir, emprendedores que producen resultados con impacto social con un elemento cívico que sea reinvertir en la propia comunidad o criar mejores ciudadanos.
Necesitamos un enfoque más humano en políticas públicas en América Latina
El ejemplo de políticas públicas más humanas es en el tema de la droga. Dejamos de tener un enfoque sobre las sustancias y observamos a la persona y su salud. Abrimos los ojos frente al uso medicinal del cannabis. Observamos el tema de la justicia y del sistema penitenciario con un enfoque en la rehabilitación de los detenidos, dejando de ser un tema puramente de seguridad pública. Un ejemplo de trabajo de la sociedad civil es la prisión de San Pablo, donde los guardias crearon un programa para los detenidos en el que que utilizan el arte como herramienta de recuperación. Y que recibió la visita de Andrea Bocelli hace algunos días. Nuestro desafío como sociedad civil es cambiar la forma de participación de las sociedades latinoamericanas para solucionar los desafíos del continente.
Cuando la crisis humana llega a la negación del funcionamiento del estado que es incapaz de responder a eventos catastróficos como en Haití o políticos como en Venezuela, se abre una crisis humanitaria. La sociedad civil juega un papel fundamental para responder a las crisis humanitarias y de los derechos humanos en Venezuela y Haití. Los ciudadanos más participativos, una mayor transparencia y la eficiencia mejoran los servicios públicos. Al aumentar su resiliencia previenen las crisis humanitarias de causa políticas y reacciona mejor a desastres naturales.