Dedicamos un gran esfuerzo a involucrar a los ciudadanos a la vida cívica y a hacer rendir cuentas a los funcionarios de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial por sus acciones. Nuestro objetivo es lograr el cambio de tal manera que los ciudadanos puedan relacionarse con los gobiernos de América Latina.
Cuando los ciudadanos se comprometen y participan de manera activa en el proceso político, la democracia se refuerza, los gobiernos se vuelven más transparentes y la sociedad prospera. Por desgracia, el reciente avance del populismo y los sucesivos hechos de corrupción en los países de América Latina han debilitado, no solo la confianza en el gobierno, sino en la democracia misma.