La estructura de macro-corrupción «Lava Jato Perú»
El pasado 15 de febrero de 2019, la empresa brasileña Odebrecht suscribió un acuerdo de colaboración con el Ministerio Público peruano. En el documento, según se ha conocido a través de prensa de investigación, la compañía aceptó su participación en un esquema de corrupción en cuatro proyectos de infraestructura y se comprometió a brindar información necesaria para conocer la verdad en esos casos, incluyendo qué miembros del Estado peruano se dejaron sobornar por ellos. A partir de entonces, los casos pasaron a una nueva fase, que permitió fortalecer las hipótesis de investigación con nuevos testimonios y, más importante, con nuevas pruebas, llevando a diligencias que permitieron detener preventivamente a exautoridades y funcionarios de distintas entidades peruanas, incluyendo el mandato de detención al expresidente Alan García, quien optó por quitarse la vida antes que enfrentar a la justicia.
Sin duda, estos avances deben haber generado ingentes cantidades de in formación nueva y lo seguirán haciendo; pero ello no significa que antes no haya habido mucha información sobre el caso peruano disponible públicamente, principalmente bajo control de la justicia brasileña. Esta, sin embargo, no era sencillo de encontrar; menos aún de acopiar y sistematizar. Con el fin de entender mejor la dinámica de la gran corrupción expresada en el caso “Lava Jato” en nuestro país, durante el último cuatrimestre de 2018, nos abocamos a ese esfuerzo, para lo cual convocamos el invalorable aporte de Vórtex, organización sin fines de lucro dedicada al estudio social de redes criminales inter nacionales, quien recientemente había realizado un ejercicio similar para el caso de la información relacionada a Brasil. En este reporte se da cuenta de los hallazgos del análisis realizado por Vórtex hacia diciembre de 2018, que fue cuando se cerró el estudio que en estos momentos, estimado lector o estimada lectora, está en sus manos o en su pantalla, y que busca aportar al necesario debate sobre cómo prevenir otros “Lava Jatos” en nuestro país.
“Lava Jato” se ha convertido en la forma de referir popularmente al conjunto de investigaciones, procesos, y escándalos de corrupción de gran escala recientemente descubiertos en América Latina, caracterizados por la participación de empresas brasileras, principalmente la constructora Odebrecht. “Lava Jato” fue inicialmente el nombre de la primera operación judicial desarrollada en Brasil contra esquemas corrupción, cooptación institucional y de lavado de activos en la empresa paraestatal de petróleos de Brasil, Petrobras. Así, investigaciones académicas recientes han revelado que sólo en Brasil “Lava Jato” fue una estructura en la que participaron 906 nodos/agentes y 2.693 interacciones, que involucró funcionarios públicos, partidos políticos, líderes políticos, empresas y empresarios del más alto nivel en Brasil.
“Lava Jato” no funcionó como un tradicional esquema de sobornos esporádicos pagados a funcionarios públicos con poder de decisión; por el contrario, el esquema incluyó también a partidos y movimientos políticos, y candidatos específicos, que recibieron financiamiento ilícito durante campañas, para luego, una vez elegidos, favorecer de manera sistemática a las empresas corruptoras. De esta manera, los análisis de “Lava Jato” han revelado un esquema más complejo de corrupción y cooptación institucional que el tradicionalmente caracterizado por la interacción indebida entre agentes del sector privado y el sector público, incluyendo así al sector político como el punto de enlace y articulación de intereses públicos y privados indebidos.
A medida que los procesos judiciales avanzaron en Brasil, se comenzó también a conocer que el esquema de corrupción sistémica investigado y sancionado en Brasil fue parcialmente replicado por parte de las empresas involucradas en varios países de América Latina. De esta manera, según información proporcionada por empresarios brasileros en el marco de acuerdos de colaboración premiada con el sistema de justicia de Brasil, desde México hasta Argentina se pagaron millonarios sobornos a funcionarios públicos del más alto nivel y se hicieron donaciones irregulares a campañas, para luego acceder privilegiadamente en cada país a millonarios contratos de infraestructura.
Como resultado de las investigaciones, en diciembre de 2016 el Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo público el acuerdo suscrito con la constructora Odebrecht, en el que esta empresa reconocía haber pagado, a través de su “Caja 2”, sobornos por casi 800 millones de dólares a funcionarios de doce países de América y África para obtener contratos de obra pública (Department of Justice, 2016).
Considerando lo anterior, en este documento se analiza la estructura criminal denominada “Lava Jato Perú”; es decir, una estructura de corrupción que luego de originarse en Brasil, que adaptó principalmente la empresa brasilera Odebrecht y la extendió a Perú gracias a empresarios peruanos que se coordinaron para financiar partidos políticos y campañas electorales, a cambio de ser favorecidos indebidamente en la adjudicación de contratos de infraestructura.
Para el presente análisis se elaboró un modelo de la red ilícita mediante la aplicación de protocolos desarrollados por Fundación Vortex, definidos como Análisis de Redes Criminales (ARC), para entender tanto características individuales como grupales de personas naturales y jurídicas intervinientes, así como sus formas de interacción. Análisis similares previos se han desarrollado para identificar, por ejemplo, la macro-estructura de la red “Lava Jato” de corrupción y cooptación institucional en Brasil.
A partir del Análisis de Redes Sociales (ARS), el Análisis de Redes Criminales (ARC) inicia con protocolos aplicados para identificar cada interacción que vincula parejas de personas naturales o jurídicas, en su condición de agente social con capacidad de decisión moral, diferenciándose en cada caso el papel activo o pasivo de cada agente que participa en la interacción, hasta consolidar una base de datos que contiene todas las interacciones identificadas. De esta manera, la red consiste en el conjunto de personas/agentes naturales y jurídicas, representados con nodos, así como de sus respectivas interacciones, cuya estructura puede ser graficada y analizada. Aquí se emplea el concepto nodo/agente para referir a cada entidad que aparece en la red.
En un siguiente protocolo, a la red – es decir, al conjunto de nodos/agentes e interacciones– se le calculan indicadores de centralidad para entender los niveles de relevancia de los agentes (individuos y las empresas) intervinientes en la estructuración y el funcionamiento de la red. Específicamente, en este análisis se calculan y analizan dos indicadores de centralidad coincidentes con dos sentidos de relevancia: Por una parte, el indicador de centralidad directa, que informa acerca de la proporción porcentual de interacciones directas que involucran a cada nodo/agente con respecto al total de interacciones directas establecidas por todos los
nodos/agentes de la red. Por otra parte, el indicador de betweenness, que informa acerca de la proporción porcentual de flujos de recursos -como información, dinero, o capital político, entre otros- en los que interviene cada nodo/agente con respecto al total de flujos de la red. Luego, en un protocolo final, se grafica la estructura para reflejar visualmente sus características; es decir, la importancia de tipos específicos de interacción social y la relevancia de determinados nodos/agentes.
Como se verá, las figuras aquí presentadas, que informan acerca de la estructura “Lava Jato Perú”, representan sucesos cronológicos que dieron cabida a actos de corrupción en Perú entre 2000 y 2015. Siguiendo los protocolos descritos, el modelo analizado se fundamenta en una base de datos que centraliza interacciones identificadas para el caso peruano, pero incluyendo también información pertinente proveniente “Lava Jato Brasil”, y otros correspondientes actos específicamente acontecidos en Perú. A diferencia del desarrollo de las investigaciones judiciales en Brasil, en las que se han avanzado y publicado múltiples sentencias, en Perú no se cuenta aún con información oficial pública, motivo por el que fue necesario construir la estructura que aquí se analiza mediante fuentes públicas provenientes de Brasil, complementadas con informes no necesariamente judiciales publicados en Perú. El modelo resultante se centra principalmente en las acciones realizadas por las empresas brasileras Odebrecht, Camargo Correa, Andrade Gutierrez, UTC Engenharia, Engevix, OAS y Queiroz Galvao, que conformaron una colusión cuasi-monopolística de las principales empresas constructoras de Brasil, conocida como el “Club”, todas ellas investigadas en Brasil en el marco de las operaciones judiciales “Lava Jato” desarrolladas en Brasil (Salcedo-Albaran, Garay, Macias, & Santos, 2018).
Autores:
Eduardo Salcedo-Albarán
Luis Jorge Garay-Salamanca
Guillermo Macías