La ley para la regulación de la industria del cannabis debe prever la reparación a las personas presas por crímenes no violentos, dice Steve DeAngelo
El Instituto Humanitas 360 participó del encuentro promovido por The Green Hub, quien es conocido como el “padre de la industria legal de la cannabis”, Steve DeAngelo. Él es fundador del Harborside Health, uno de los primeros dispensarios de cannabis de los Estados Unidos, del Arc View Group, empresa que invierte en otras nacientes vinculadas a la planta, autor de manifiestos e idealizador de el “Último prisionero (Last Prisoner)”, proyecto social que visa desencarcelar todas las personas detenidas, que son cerca de 40 mil que están presas en los Estados Unidos por crímenes no violentos, relacionados al Cannabis.
DeAngelo dio aulas sobre la industria del cannabis, su vínculo con la tecnología, medicina, farmacia y evidentemente con el racismo y represión policial vinculada a la llamada “guerra a las drogas” que recae especialmente sobre la población negra. “Muchas personas quedan impactadas, cuando cuento historias como la de Michael Thompson, de 69 años de edad, quien está en la prisión en el estado de Michigan, cumpliendo una pena de 60 años por vender 1,5 kg de marihuana, para un detective disfrazado en el año 1990. Sólo para dar un parámetro, los policías responsables por la muerte de George Floyd están bajo el riesgo de quedar bajo una pena, que será en lo máximo de 40 años “, recordó DeAngelo.
Participaron de la conversación, dos de los fundadores del The Green Hub, aceleradora de negocios vinculados al cannabis en Brasil. Alex Lucena y Marcelo Grecco, Daniel Jordão, fundador del portal SeChat y Paula Carvalho, gerente de comunicación del Instituto Humanitas360.
Recordando de la conexión fuerte entre el trabajo de H360 y los proyectos de DeAngelo, Paula preguntó a los especialistas, ¿de qué forma podemos trabajar en Brasil para producir más datos sobre los crímenes ligados al cannabis? “En el periodo de la llamada “guerra a las drogas” en los Estados Unidos [años 1990], el 80% de las prisiones ocurrieron por causa de crímenes no violentos, relacionados al cannabis. Y ellos no quieren divulgar eso, pues es absurdo. Pero las familias de esas personas saben, quienes ellos son y porqué están presos. Entonces sugiero que en Brasil, ustedes busquen esas personas y que cuenten esas historias” acentuó DeAngelo.
Él también recordó que no es, simplemente porque los Estados Unidos promueven cambios en la ley vinculada al cannabis, que las personas presas por esos crímenes fueron liberadas. Si ustedes no se preocupan en escribir eso en la ley, simplemente no va a suceder”.
Momento del cannabis en Brasil
En Brasil, hemos recorrido a pasos lentos para una ley más abierta, para el uso medicinal del cannabis. En el mes de marzo, pasó a tener vigencia una nueva legislación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) que permite la venta en farmacias, de productos derivados del cannabis. El precio del primero de esos medicamentos, sin embargo, es exorbitante: puede alcanzar a costar R$ 2,3 mil.
En el mes de junio, un proyecto del diputado carioca Carlos Minc (PSB-RJ) fue aprobado en la Asamblea Legislativa de Rio (Alerj): después de eliminar un veto del gobernador Wilson Witzel (PSC-RJ), fue aprobado el cultivo del cannabis para fines de investigación en el estado. El proyecto es histórico: con esa liberación, más trabajos científicos pueden ser hechos y con una mejor calidad.
Desde el año 2014, Patrícia Villela Marino, presidenta del Instituto Humanitas360, trabaja con la temática de la política de drogas – ella lideró la creación de la Plataforma Latino Americana de Políticas de Drogas (PLPD) y también fue productora ejecutiva de la película Ilegal, dirigida por Tarso Araujo y Raphael Erichsen, que ayudó a mudar la forma de cómo la sociedad brasilera pensaba sobre los medicamentos derivados del cannabis. Al demostrar que, niños que sufrían de tipos raros de epilepsias reducían las centenas de crisis convulsivas que tenían por día, la película sensibilizó muchas personas para un debate calificado. A partir de ahí, varios padres y madres fueron hasta Brasilia, ha pedir al Congreso Nacional para que los legisladores autorizaren que ellos importasen¸ legalmente, esos medicamentos. Sin embargo eso no es suficiente, como defiende la presidenta de H360 y el abogado Emilio Figueiredo en este articulo, también publicado en este mes de junio.
En la discusión con DeAngelo, los fundadores de Green Hub, recordaron que, sin que la legislación brasilera permita la siembra del cannabis, el mercado permanecerá con un acceso muy restringido. Y Brasil, como potencia de la agroindustria, todavía podría se beneficiar mucho de este mercado.
DeAngelo también recordó que, en los locales en que el cannabis fue liberado en los Estados Unidos, los estudios demostraron una caída en el consumo de productos farmacéuticos, alcohol, aparte de la disminución de los crimines violentos, violencia domestica y el aumento en el número de empleo y en la recaudación de impuestos. Productos derivados del cáñamo podrían substituir materiales como el plástico y el algodón en la fabricación de ropas. La industria del cannabis, en sus más diversos ramos, es menos contaminante. Una de las claves para el futuro, dice Steve DeAngelo, será inevitablemente el cannabis.
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