La innovación social busca revertir el aumento de la violencia y la corrupción en América Latina
Los escándalos de corrupción y las olas de violencia llevan a muchas personas a creer que la cárcel es el mejor remedio para los problemas comunes que afectan a varios de los países de América Latina. Sin embargo, los talleres que Humanitas360 organiza junto con profesionales y expertos en seguridad pública muestran lo contrario: cuantas más personas son arrestadas, más aumenta la violencia y las instituciones se vuelven más corruptas.
Esto ocurre porque cada nuevo prisionero se vuelve miembro de las bandas criminales. Al principio, los prisioneros y sus familias se ven obligados a contribuir de manera financiera a dichas organizaciones. Luego, a medida que se capacitan, les resulta más simple a las bandas criminales penetrar en las distintas esferas de la vida pública. ¿Cómo cambiamos esto?
Los encuentros de esta jornada reunieron a jueces, ex prisioneros, líderes políticos, personal de las cárceles, periodistas, investigadores y representantes de organizaciones especializados en este campo. El objetivo principal de los grupos de trabajo no es debatir los derechos humanos, sino combatir el incremento de la corrupción y la violencia.
Para poder lograr este objetivo, a pesar de las diferencias ideológicas y teóricas, los participantes acordaron que era necesario cambiar la opinión de la sociedad con respecto a las sentencias, la cárcel y la reinserción social de los ex prisioneros. En los talleres se busca aplicar las herramientas del diseño creativo y las actividades grupales para lograr una estrategia de acción que logre cambiar el paradigma de las personas sobre las sentencias, la encarcelación y la reinserción social de los prisioneros.
Una parte importante del proceso es que la estrategia necesita, además, incluir proyectos e investigaciones que hayan sido desarrolladas por los propios participantes. Esto significa que todos los miembros del grupo necesitan superar las diferencias teóricas, ideológicas y políticas por el bien del objetivo mayor, que es revertir el aumento de la violencia y la corrupción.
A pesar de que las reuniones se llevaron a cabo en Brasil, lo que se busca es crear una estructura que involucre a varios países de América Latina. En el primer encuentro, por ejemplo, la organización “Espartanos” de Argentina fue uno de los participantes y continúa involucrada en el proyecto.