H360 visita la comunidad Paiter Surui en Cacoal, Rondônia
Los equipos del Instituto Humanitas360 y de CIVI-CO, un espacio de trabajo compartido para emprendedores cívico-sociales fundado por Patrícia y Ricardo Villela Marino, que también alberga H360, realizaron en abril una inmersión en la comunidad del pueblo indígena Paiter Suruí en Cacoal, en el estado de Rondônia. La visita es un paso más en un proceso de acercamiento iniciado a finales del año pasado, cuando el cacique Almir Suruí y su hija, Txai Suruí estuvieron en CIVI-CO tras la notable participación de Txai en la COP26, en defensa de la población indígena y en una advertencia sobre la emergencia climática.
En una declaración sobre el viaje, Patricia Villela Marino dijo que la visita fue «fundamental para la contextualización pedagógica y el arraigo del alma, inquieta por la curiosidad, pero también por el entusiasmo de saber más de quienes ya saben mucho, casi todo, de un Brasil sabio, soberano y equilibrado».
Durante el encuentro, los equipos de H360 y CIVI-CO participaron en conversaciones con el cacique Almir Suruí y toda la comunidad; visitaron la producción de nueces, café y plátanos; conocieron las áreas de reforestación cercanas a la comunidad y pudieron admirar el arte de la producción de alfarería, realizada bajo tradiciones milenarias, especialmente por las mujeres de la comunidad.
El viaje también marca el inicio de un estudio en profundidad sobre la cuestión de la justicia climática, para un proyecto colectivo de H360. El presidente de Humanitas360 concluyó: «Llevar a mi casa, a mi familia y a mis equipos a esta experiencia de transformación, de manera incómoda, vergonzosa y desprendida de tantos engaños en los que fuimos criados y mantenidos durante muchos años es someterse a la reprogramación de normas y parámetros en busca de la verdad que nos hace libres.
Lea la declaración completa de Patricia Villela Marino sobre la visita:
«Mi familia y los equipos de Humanitas360 y CIVI-CO visitan la reserva indígena del 7 de Setembro, recibidos por el cacique Almir Suruí en Cacoal, Rondônia. A nuestra llegada nos sorprendió gratamente la presencia del Cacique Almir y de Xeiner, su hijo, en el aeropuerto.
Importante parada, la Asociación Metareliá del Pueblo Indígena Suruí. Esta visita fue fundamental para la contextualización pedagógica y el aterrizaje del alma, inquieta por la curiosidad pero también por el entusiasmo de saber más de quienes ya saben mucho, casi todo, de un Brasil sabio, soberano y equilibrado en su origen y no hinchado por su historia ni sórdido por su actualidad. En la Asociación Metareliá del Pueblo Indígena Suruí, antes de dirigirnos a la aldea, conocimos la historia de lucha y resistencia del pueblo Suruí, casi exterminado desde su contacto con la «civilización», cuyo sufrimiento y dolor no fueron suficientes para victimizarlo. En la sede de la Asociación tuvimos la oportunidad de hacer un repaso histórico con fotos, películas, datos y testimonios que nos incitan a todos a la alfabetización racial y cultural tan necesaria para establecer un compromiso ético innegociable con la justicia climática. Llevar a mi casa, a mi familia y a mis equipos a través de esta experiencia de transformación, de manera incómoda, vergonzosa y desprendida de tantos engaños en los que fuimos criados y mantenidos durante tantos años es someterse a la reprogramación de normas y parámetros en busca de la Verdad que nos hace libres. De la Verdad que aquí hay conocimiento científico, humano, ancestral, patrimonio de los pueblos indígenas siendo diezmado por sistemas productivos mezquinos y segregadores.»