La democracia en el mundo vive la peor media ya registrada por ‘The Economist’: Brasil empeora y Chile tiene avanzos en 2019
El departamento de pesquisa de la revista británica “The Economist” lanzó en enero el “Democracy Index 2019”, la más reciente versión de su investigación sobre el estado de la democracia en el mundo. El trabajo es una de las basis sobre las cuales se construyó el Índice de Compromiso Ciudadano, lanzado por el Humanitas360 junto al The Economist Intelligence Unit hace dos años, con el enfoque en siete países latinoamericanos. Entre las novedades del Democracy Index 2019 está el ingreso de Chile – así como Francia y Portugal – entre los países considerados como “democracias plenas” y, de modo general, una regresión global en la democracia: en una escala de 0 a 10, la media general de 2019 es de 5,44, la peor ya registrada en los 14 años en que se ha hecho la pesquisa.
Comparado a 2018, Brasil tuvo una caída de 6,97 para 6,86 en la puntuación, y sigue siendo considerado una “democracia fallada”. Para la construcción del índice, se consideraron cinco puntos del proceso democrático: 1) proceso electoral y pluralismo; 2) funcionamiento del gobierno; 3) participación política; 4) cultura política y 5) libertades civiles. Aunque tengamos buena puntuación con respecto al último quesito y al proceso electoral, la evaluación de la cultura política le da a Brasil apenas 5 puntos, y el funcionamiento del gobierno tiene 5,36 puntos. La participación política, 6,11.
La evaluación de la pesquisa es de que Latinoamérica tuvo un considerable retroceso en el año, agravado, sobre todo, por la crisis en Bolivia y por regresiones también en Guatemala y en Haití. Impulsado por el aumento de la participación política debido a las protestas a lo largo del año, el índice chileno subió, a punto de ahora se considerar el país una “democracia completa”. Con relación al estudio en asociación con el Humanitas360 hecho en 2018, se puede percibir que la democracia chilena se ha profundizado considerablemente, y Guatemala empeoró un poco, el año pasado, lo que era previsto en su baja posición en el estudio de 2018.
El trabajo también apunta algunos de los posibles motivos para la recesión de las democracias. El departamento de inteligencia de «The Economist» destaca, por ejemplo, el “hueco cada vez más grande entre las elites políticas y partidarias y los electorados nacionales”, además de una “creciente influencia de organismos sin elección y sin ser responsabilizados en la política” y el “descenso de las libertades civiles, incluyendo la libertad de imprenta y de expresión”. Basta acompañar el noticiario para percibir este descenso en las libertades – en China, por ejemplo, con la vigilancia de la población por medio de cámaras de reconocimiento facial y persecución a las minorías, como los pueblos Uighurs y Kazakhs; en los Estados Unidos con las noticias, cada vez más reveladoras, de la influencia rusa en las elecciones o en Brasil, con la persecución a periodistas hecha de manera directa, por el presidente de la república, y a través de la Justicia. Un dato curioso, como muestra el caso chileno, es que la participación de la población en protestas – que han arrebatado países latinoamericanos – fue un factor, según los investigadores, de “prevención” de que el índice registrara un descenso de la democracia aún más grave en 2019.
Accede el informe completo del Democracy Index 2019 y el Índice de Compromiso Ciudadano, una asociación del H360 y el departamento de inteligencia de la «The Economist» en 2018.