Patrícia Villela Marino: «La revisión de la Ley de Drogas es inaplazable»
Entre fines de mayo y todo junio, el juzgamiento del Supremo Tribunal Federal que podrá despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal fue incluida en la agenda de al menos cinco sesiones, pero en todas ellas se pospuso la discusión en plenario. Estancado en el STF desde 2015, el proceso discute la constitucionalidad del artículo 28 de la Ley de Drogas y tiene repercusiones generales. Hasta el momento, la despenalización ha recibido tres votos a favor, pero mientras Gilmar Mendes, relator del caso, defiende el cambio a todas las drogas, los ministros Roberto Barroso y Edson Fachin han restringido su posición al uso de la marihuana. El 1 de junio, ante uno de los aplazamientos, la presidenta del Instituto Humanitas360, Patrícia Villela Marino, publicó la siguiente nota en las redes sociales, enfatizando la urgencia del juzgamiento:
«Programado por la jueza Rosa Weber para la semana pasada, el regreso del juzgamiento en la Corte Suprema que podría despenalizar la posesión de drogas para consumo personal fue pospuesto una vez más para hoy. En el momento de escribir estas líneas, el proceso aún no se ha reiniciado y lo más probable es que se produzca un nuevo aplazamiento.
La sociedad civil lleva demasiado tiempo esperando la conclusión del proceso, que está estancado en la Corte desde 2015 y con solo tres votos registrados. Resulta que la Ley de Drogas vigente tiene consecuencias muy graves para que nos crucemos de brazos, haciendo urgente acabar con la guerra contra las drogas, el prohibicionismo y la perpetuación de las desigualdades históricas.
Sabemos que la inconstitucionalidad del artículo 28 no será la solución a todos los problemas de Brasil. Pero es un comienzo importante, capaz de dar racionalidad y hacer más justa la política de drogas. Para que eso ocurra, es fundamental establecer las cantidades mínimas consideradas para uso personal, limitando el margen de abuso en los abordajes policiales.
Además, es necesario reflexionar sobre la necesidad de despenalizar todas las drogas, y no sólo la Cannabis sativa, como algunas voces han defendido. Sólo con esta ampliación de miras podremos tratar las drogas como deben ser tratadas: como un asunto que es, ante todo, un problema de salud pública.
El Instituto Humanitas360, que presido, sigue con los ojos abiertos y los oídos atentos este juzgamiento, que representa una ventana de oportunidad para la reparación histórica y la justicia que no puede desaprovecharse. Estamos ante una tarea inaplazable.»
Patrícia Villela Marino, presidenta del Instituto Humanitas360